jueves, 7 de mayo de 2009

renacimiento placerial

No me importa seguir usando esta pendejada como diario íntimo... es más... ya mi intmidad no me parece "privada". La vida de una persona debe ser transparente y congruente con el mundo. ¿De qué sirve ocultar cosas? Al final, la mente y el corazón de uno mismo está vacío. Son cosas meramente incidentales, el fondo de sí nadie lo puede ver. En fin, me justifico (¿y qué, algún problema?).

Analizando las tonterías que me han sucedido últimamente, me he dado cuenta de que pude evitar tanta fregadera.
Nos empeñamos en creer algo que no existe ni existirá. ¿Por qué será esa curiosa tendencia a ponerle una tela a los sentidos? ¡porque todos nos damos cuenta! ¡ímbeciles los que lo nieguen! Las cosas están ahi: el lenguaje corporal lo dice todo, además que eso de la intuición no es mero invento.
Como sea...
El malestar sobreviene cuando te das cuenta de que has estado haciendo cosas con el firme propósito de dañarte. ¡Wow!
Me he dado cuenta que la finalidad del ser humano no es, ni remotamente, ser feliz. Por el contrario, la autoflagelación es una necesidad inherente al hombre de nuestros días.
Primero en la época prehistórica la necesidad primordial era el placer por la sensacion de subyugar y gobernar. Después lo fue el esparcimiento, el goze, el placer por el placer (ojo, no la felicidad) y últimamente el hombre contemporáneo haya goze en sufrir. ¡Válgame si la sociedad está corrompida. Como sea, ya lo descubrí... bueno lo descubrí hace mucho, pero mi mente idealista no me permitía verlo con claridad.

Hoy sólo deseo una cosa...NADA jajaja

ahuuuuuuu (ahúyo como una loba en celo)
Placer por placer. Vayamos al renacimiento directamente.