viernes, 8 de enero de 2010

2

--...es que esa persona es muy débil y...
--¡Pero si todos lo somos! Somos frágiles y temblorosos. Sin embargo, es nuestra actitud hacia la vida lo que nos hace ganadores y a otros, perdedores.
--Es muy fácil decirlo cuando no has sufrido.
--Jaja. Préguntale a él, o a ella, o a aquél que va corriendo. Preguntáles sino han sufrido. ¿Has sufrido tú?
--Si.
--¿Lo ves? todos sufrimos, a diario, cada minuto, cada segundo. Todos sin excepción, de diferente manera pero con idéntica intensidad. ¿Qué creías? ¿Que sólo los escogidos sufrían?
--Es que hay de dolores a dolores.
--El pobre sufre por comida; el ciego, por las cosas que no puede ver; los muertos, por la vida; los imbéciles, por amor. ¿Tú por qué sufres? El error del hombre es creerse el más desafortunado del mundo. Cuando todo carece de sentido,
todo está permitido. Tú mismo te lo permites. Te permites odiar, te permites acabar con la vida de otras personas, te permites mentir, te permites emborracharte hasta quedar inconsciente, te permites todo. La vida no consiste en despojarla de todo sentido para hacer las cosas que nunca imaginaste poder sino en hacer que todas las cosas sin sentido lo cobren.
--Pero la vida no tiene sentido, hacer planes tampoco lo tiene.
--Suponiendo que tuvieras razón, pégate un tiro en este momento y deja de decir estupideces: mientras mas habla el hombre menos piensa. ¡Piensa! y haz las cosas con sentido, con finalidad, aun sin importar que ese mañana nunca llegue.
porque si lo llegara a hacer, entonces los frutos tambien lo harán. Vive para ser un ganador.